Menor número de profesionales, mayor Calidad de Vida Familiar en Atención Temprana.

La figura del profesional de referencia (PR) ha venido cobrando importancia dentro del campo de la Atención Temprana (AT), la cuál ha ido evolucionando durante las últimas décadas hasta el momento actual abandonando una extensa tradición rehabilitadora y orientada en el déficit de los niños de 0-6 años. Actualmente, la AT tiene una concepción más holística de la intervención reconociendo que el entorno familiar y comunitario ejerce una influencia directa sobre el desarrollo de los niños. La Calidad de Vida Familiar es ahora el objetivo principal de la intervención, consecuencia de mejorar el funcionamiento tanto del niño como de toda la familia, promoviendo que consigan las metas relevantes para ellos.

Desde un modelo centrado en la familia (MCF), se colabora con familias para que puedan manejar las situaciones del día a día con sus hijos y promover que éstos participen en las rutinas diarias de su familia.  Numerosos estudios concluyen, entre otras cosas, que múltiples profesionales atendiendo al niño contribuye a “parcelar” los déficits del niño, y las familias manifiestan recibir mensajes contradictorios y tienden a percibir falta de coordinación entre diferentes especialistas (Sloper y Turner, 1992). Diferentes investigaciones han estudiado constructos como el estrés, la satisfacción con el programa, la satisfacción de sus necesidades, el sentimiento de confusión y el logro de objetivos del programa de AT. Los resultados indican mejores resultados en el desarrollo de los niños (Shonkoff et al., 1992), menor estrés y mayor bienestar personal (Shonkoff et al., 1992; Dunst et al., 1998), mayor satisfacción con el programa y mayores percepciones de la utilidad del programa cuando existe un profesional de referencia (Bruder y Dunst, 2004), y mayor logro de objetivos en AT por parte de los niños (Shelden y Rush, 2013).

Una reciente investigación (García-Grau, 2015) ha encontrado que en España sucede lo mismo. En familias españolas recibiendo AT se han detectado mejores percepciones de Calidad de Vida Familiar (especialmente en la dimensión del funcionamiento del niño), cuando existe un modelo centrado en la familia y un profesional de referencia, nexo entre la familia y otros especialistas y responsable del acompañamiento de la familia y facilitador de recursos. Las percepciones de Calidad de Vida Familiar eran peores con 2 o más profesionales involucrados en el programa, y cuando no se llevaba a cabo un modelo centrado en la familia.

Para que este planteamiento pueda ser posible, resulta muy importante introducir las visitas domiciliarias, para, de este modo, intervenir en el entorno natural de la familia. Mediante las visitas domiciliarias en AT por parte de un profesional de referencia, se estrechan las relaciones profesional-familia, se promueve la colaboración y el empoderamiento bidireccional entre estos agentes, y se mejora la conciliación familiar y la Calidad de Vida Familiar, recibiendo los recursos en casa y dejando de desplazarse 2, 3 y hasta 4 veces por semana al especialista. La intervención se centra en aspectos diarios, en rutinas familiares mediante objetivos funcionales.

Puedes hacer click sobre el modelo llevado a cabo en el Centro de AT de la Universidad Católica de Valencia “l’Alqueria”, que ha apostado por el modelo de Atención Temprana Basado en Rutinas (McWilliam, 2010), el cuál incluye la figura del profesional de referencia, y además propone herramientas clave para su implementación en un modelo práctico de 5 componentes esenciales que incluyen, entre otros, un modelo centrado en la familia y en los entornos naturales.

Autor: Dr. Pau García

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