Cardells pone al descubierto el utillaje nacionalista
Un nuevo libro revisa los nacionalismos hispánicos
Francisco Cardells-Martí, Doctor en Historia Medieval, profesor de la Universidad Católica de Valencia e investigador principal del grupo Mitos como generadores de identidades territoriales acaba de publicar en la Universidad Francisco de Vitoria una obra que no deja indiferentes “Mito y nación. Radiografía del nacionalismo en España”. Se trata de un esfuerzo por rastrear el discurso simbólico de los nacionalismos españoles en consonancia con la línea de investigación que desarrolla este grupo interuniversitario que se asoma al constructo cultural y su fundamento interno.
El libro es una herramienta para comprender la historia de los territorios de España y su interpretación política contemporánea. Tras una amplia introducción en la que se muestra defensor del mito en la vida de las personas y delimitar los conceptos de región, nación y nacionalidad; se dedica a explicar los lazos de los pueblos de España y expresar la fuerza de sus elementos manifestada en objetos talismán, héroes, batallas y modelos estereotipados.
El autor repasa las diferentes expresiones territoriales de España que al parecer son muchas e inexactas a tenor de la obra “desde Castilla como posible unificadora, hasta el tradicional pactismo catalán pasando por el discurso étnico vascongado o el olvidado leonismo, existe un enjambre de formas de canalizar los mitos en clave autóctona”.
Parece ser que el año 1898 constituyó un momento decisivo en la forja de la identidad nacional “sin duda que el desgarro de la definitiva pérdida colonial atizó los fantasmas y separó las posturas de unos y de otros, quedando una conciencia españolista nostálgica que se aferró a los símbolos patrios y una más liberal y alternativa que renunció a ellos”.
Y sobre todo, desde el resurgimiento cultural romántico apareció un regionalismo y nacionalismo que aumentó con la llegada de la democracia en 1978 y que hoy ha dado lugar a la hipotética separación de una parte, siendo explicado por el autor porque “el modelo de estado regional o autonómico permitió asumir competencias y fomentar una historia paralela no inclusiva, pero es justo reconocer que anteriormente el nacionalismo tradicional la había obviado”.
En un contexto político difícil Cardells propone varias recetas como ”reformar la ley electoral, crear instituciones que trabajen por los aspectos comunes y desmontar las falsedades de las nacionalidades históricas entre otras”.
Respecto al marco legal actual el investigador duda del cumplimiento de la legalidad vigente “parece que no haya instituciones ni representantes democráticos en nuestro país si comprobamos la falta de solidaridad entre nacionalidades y regiones exigida en el artículo 2º o el incremento de las desigualdades territoriales vetadas por el 138.2 que apenas son cuestionadas”.