Importancia de la psicología de emergencias como elemento preventivo de secuelas postraumáticas

Importancia de la psicología de emergencias como elemento preventivo de secuelas postraumáticas, por el Dr. Mariano Navarro Serer.

help-153094_640Desde hace al menos dos décadas la labor del Psicólogo Emergencista ha ido tomando un valor cada vez más presente en nuestra sociedad y en todas aquellas que lamentablemente han sido golpeadas diariamente por diferentes acontecimientos traumáticos causantes de multitud de víctimas. Vivimos en una sociedad vulnerable porque la vida también lo es; soñamos con vivir ajenos al dolor y al sufrimiento pero todos somos candidatos a ser los protagonistas dentro de una experiencia traumática en cualquier momento de nuestra vida, en cualquier instante. Obviamente sería devastador para el ser humano levantarse de la cama envuelto en el temor de que quizás ese pudiera ser el último día de su existencia, o el de su pareja, o de su hijo, o de cualquier otro de sus seres queridos; pero sin embargo todos podemos convertirnos en víctimas de un accidente de tráfico, de un atentado terrorista o incluso de una enfermedad que desestabilice todo el equilibrio de nuestro entorno desde el mismo momento de su conocimiento.

Las crisis vitales forman parte de la esencia de cualquier ser humano. Entendiendo una crisis como una situación adversa que inicialmente puede repercutir en alterar el equilibrio que te sostiene, la persona afectada debe poner en marcha sus propios recursos para afrontar correctamente la causa de la misma y en base a ellos recuperar el equilibrio perdido en el menor plazo de tiempo posible y con las mínimas consecuencias negativas en tu persona. Cada uno de nosotros dispone de diferentes recursos de afrontamiento, su capacidad, su potencial es absolutamente único, al igual que su propia habilidad resiliente. Es curioso el hecho de que el ser humano no sea plenamente consciente del grado de su capacidad de resistencia hasta que tiene que enfrentarse a una situación adversa, por ello sorprende en ocasiones las reacciones observadas en otros, o las respuestas propias ante situaciones de alta intensidad emocional.

foto mariano 1Somos sujetos únicos y como tales afrontamos la vida creciendo a cada paso que damos o por desgracia, quedando heridos de gravedad cuando el impacto no es elaborado sanamente. Así pués nos podemos ir reconstruyendo a cada paso que damos o convertirnos en víctimas crónicas de los duelos de la vida. De una forma u otra es evidente que el tipo de experiencia traumática que en ocasiones enfrentamos, determinará nuestra respuesta en un sentido u otro dejándonos más o menos perdidos en un auténtico laberinto emocional del que tarde o temprano deberemos salir. De esta forma cuando nos convertimos en protagonistas de una tragedia con múltiples víctimas el impacto generador de malestar es tan grande, que el hecho de recibir cuanto antes una ayuda orientada a proporcionar los primeros auxilios psicológicos se convierte en una necesidad absoluta.

Cuando el ser humano queda perdido súbitamente ante cualquier tipo de vivencia traumática, merece que alguien recoja sus necesidades inmediatas y pueda sostenerle a nivel emocional, con el único objetivo de que en el menor tiempo posible pueda el mismo retomar el control de la situación y hacer uso de sus propias habilidades y recursos; sin embargo el hecho de dejarlo perdido sin cubrir estas necesidades puede derivar en la aparición de posibles secuelas postraumáticas posteriores que dificulten la elaboración de la vivencia de forma irremediable. La atención psicológica en estos momentos se constituye como una necesidad total en el cuidado del ser humano. Esta atención debería generalizarse en multitud de situaciones y entornos; si bien durante los últimos años estamos siendo testigos de la activación de profesionales de la psicología para la intervención con los afectados en situaciones con múltiples víctimas, personalmente defiendo que la presencia del psicólogo debería ser obligada en cualquier lugar donde el sufrimiento esté presente de manera habitual, empezando por las distintas unidades hospitalarias de atención crítica, donde la comunicación de las malas noticias forma parte del día a día y donde el ser humano puede experimentar impactos de gran dolor emocional. Lamentablemente queda mucho trabajo aún para conseguir este objetivo, que por otra parte debería ser prioritario en todo Plan de Humanización de la Salud de cualquier administración sanitaria de nuestro país.

foto mariano 2Los defensores de la Psicología de Emergencias llevamos trabajando ya mucho tiempo en esta cruzada, afortunadamente parte de este trabajo parece ya empezar a dar algún fruto, encontrándonos en este momento a la espera de que se vayan tomando decisiones al respecto y generando cambios en esta dirección. De igual forma que se está comprobando la necesidad de potenciar la presencia del psicólogo clínico en Atención Primaria como modo, no sólo de desbloquear listas de espera en Salud Mental y favorecer desde estas unidades especializadas una mayor frecuencia de visitas entre sus pacientes, sino también como modo de reducir el elevadísimo uso del psicofármaco como tratamiento prioritario en la atención al paciente; también se está avanzando en la valoración de la importancia de la intervención inmediata en emergencias.

No solo pueden resultar de una gravedad extrema las heridas físicas en el ser humano; en ocasiones son las psicológicas las que mayor daño pueden hacer a quien las sufre; por ello el cuidado y atención de las mismas dentro de los preceptos básicos de brevedad, cercanía e inmediatez, podrán paliar la aparición de consecuencias posteriores desde la intervención profesional de un psicólogo emergencista como apoyo en la elaboración, de quizás la peor vivencia que en cualquier momento la persona deba enfrentar.

Autor del artículo «Importancia de la psicología de emergencias como elemento preventivo de secuelas postraumáticas».

Mariano Navarro Serer

FOTO MARIANODoctor en Psicología por la Universidad de Valencia; Facultativo Especialista en Psicológica Clínica dependiente del Hospital General Universitario de Valencia, Máster en Psicoterapia Gestalt Integrativa por la Escuela de Psicoterapia de Valencia y Máster en Protección Civil y Gestión de Emergencias por la Universidad de Valencia. Especialista en Duelo, Pérdidas e Intervención Psicológica en Catástrofes y Emergencias; Presidente de PSICOEMERGENCIAS-CV, Asociación que reúne al equipo de Psicólogos Emergencistas de la Comunidad Valenciana acreditados por la Agencia de Seguridad y Respuesta a la Emergencia (112). Ha participado en importantes intervenciones con múltiples víctimas como el 11-M (2004) o el Accidente de Metro de Valencia (2006), realizando su Tesis Doctoral en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital Infantil de “La Fe” (Valencia).

Profesor colaborador de la Universidad Católica de Valencia y docente en otras Universidades en temas relacionados con duelo y emergencias, incluida la Universidad de Panamá. Miembro de la Junta Directiva de SEPADEM (Sociedad Española de Psicología Aplicada a Desastres y Emergencias), y miembro de la Red Nacional de Psicólogos de Atención a Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior.

Máster Universitario en Relación de Ayuda y Counselling de la UCV

Postgrados Facultad de Psicología, Logopedia y Terapia Ocupacional de la UCV

Grado en Psicología

UCV

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