Tú a Boston y yo a California

Título original: The Parent Trap
Año: 1961
Duración: 124 min.
País: Estados Unidos Estados Unidos
Dirección: David Swift
Guion: David Swift. Novela: Erich Kästner
Música: Paul J. Smith
Fotografía: Lucien Ballard
Reparto: Hayley Mills, Maureen O’Hara, Brian Keith, Charles Ruggles, Una Merkel, Leo G. Carroll, Joanna Barnes, Cathleen Nesbitt, John Mills
Productora: Walt Disney Productions
Género: Comedia | Cine familiar

Y hemos llegado ya a julio, mes en el que todos estamos soñando con las merecidas y esperadas vacaciones de verano. Julio es un mes de campamentos de verano, y es por eso que queremos recordar la deliciosa comedia familiar de Disney Tú a Boston y yo a California (Swift, 1961).

En este maravilloso film, dos niñas idénticas (Hayley Mills por partida doble), coinciden por casualidad en un campamento verano y descubren que son hermanas gemelas separadas desde muy temprana edad por el divorcio de sus padres (Brian Keith y Maureen O’Hara). Entonces deciden intercambiarse para conocer al otro progenitor, con la intención de que ambos se reconcilien y todos vuelvan a estar juntos.

David Swift dirigió con mucha gracia, encanto, flexibilidad y técnica, esta historia que él mismo adaptó al cine, fruto de la novela del escritor alemán Erich Kastner, “Lisa and Lottie” de 1949. En Estados Unidos logró ser la quinta más taquillera del año con más de 25 millones de dólares de la época y se hizo hasta un remake en 1998, Tú a Londres y yo a California, con Lindsay Lohan como gemela.

Tú a Boston y yo a California es una de mis películas favoritas de la infancia que he vuelto a descubrir al verla con mis hijas. Clásica comedia familiar que es capaz de reunir padres, hijos, abuelos… para reírse por enésima vez con las mismas escenas, las mismas travesuras… que hacen las delicias tanto de niños como adultos, aunque te sepas hasta los diálogos.

Brillantemente logrado el efecto de dar vida a dos gemelas partiendo de una sola actriz, una Hayley Mills preadolescente que igual hace de fina bostoniana como de ranchera agreste. Las escenas en las que están juntas están muy bien rodadas ya que para la época

en la que está realizada la película, no parecen que estén montadas. Unos efectos especiales que funcionan muy bien, aún en el siglo XXI, y que no rechinan en ningún momento.

Este film trata el tema del divorcio desde un punto menos dramático que lo que realmente supone. Por otra parte, transmite valores muy positivos sin caer en la cursilería. Es en suma una comedia divertida, entrañable y bonita, con una excelente dirección, guion trabajado, reparto de lujo, importantes logros técnicos, buena fotografía y bonita música.

Una de esas películas que ningún niño debería perderse. Recomendable absolutamente como entretenimiento veraniego para ver en familia en una sobremesa, ya que se deja ver no una, sino infinidad de veces, y todavía mejor si es en familia. Una comedia entretenida y muy divertida y que deja un magnífico sabor de boca.

Dra. Mª José Salar.

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