SALUD MENTAL Y ESQUIZOFRENIA: apoyo social e inclusión
Recientemente, se ha conmemorado el Día Mundial de la Salud Mental, celebración que cuenta con el respaldo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que tiene como objetivo sensibilizar a la población acerca de las necesidades que tienen las personas con enfermedades mentales graves. En esta jornada, se nos invita a reflexionar sobre las dificultades con las que conviven a diario estas personas y quienes están a su cuidado, prestando especial atención a las respuestas que, desde los servicios sociales y sanitarios, se pueden ofrecer en diferentes ámbitos, como el de la educación o el empleo, con tal de evitar la marginación y la exclusión social.
En este sentido, se trata de fomentar el conocimiento y la identificación de este tipo de trastornos, eliminar prejuicios y prestar especial atención a su prevención y a la mejora de la calidad de vida de esta población, de sus familias y de su entorno más próximo, ofreciendo oportunidades orientadas a la inclusión y a la participación social.
Cada año, este día gira en torno a un tema determinado; en 2013, el lema escogido fue “La salud mental y los adultos mayores”; un año antes, en 2012 se decidió reflexionar acerca de la depresión bajo el título “La depresión, una crisis mundial”. En 2014, la jornada transcurrió bajo el lema “Vivir con Esquizofrenia”, un trastorno muy complejo del que se ha escrito mucho y cuya causa, a día de hoy, sigue siendo en gran parte desconocida.
La esquizofrenia es una enfermedad mental grave sobre la que giran numerosos prejuicios, fundamentalmente por falta de información acerca de la enfermedad en sí y de su tratamiento; en ocasiones, esto conduce a la puesta en práctica de hábitos poco saludables que pueden llevar incluso al aislamiento y a la marginación social del individuo que la padece. Sin embargo, como otras tantas enfermedades, la esquizofrenia puede tratarse, permitiendo una vida normal; atrás quedan las instituciones, las opiniones negativas y la discriminación, tanto a nivel social como en el mundo laboral. Tener una enfermedad como la esquizofrenia no debe impedir el desarrollo de roles sociales importantes, el acceso al trabajo y a la vivienda y la participación en una sociedad en la que todas las personas gozamos de los mismos derechos y necesidades.
Como dicen que “una imagen vale más que mil palabras”, yo os invito a ver el siguiente vídeo elaborado gracias a la colaboración de diferentes asociaciones, con el objetivo de conocer la realidad de esta enfermedad a través de los testimonios de aquellos que conviven con ella. Quizás, si todos reflexionásemos sobre ello y fuéramos conscientes de todo lo que podemos hacer para mejorar nuestra sociedad, no haría falta dedicar un día al año para este fin. ¿Acaso no os parece insuficiente?
Escrito por Lucía Alonso – Profesora Grado Educación Social
(Editado por Rocío FP – Profesora Grado Educación Social)