Pido la palabra por la Educación

Pido la palabra por la educación.

Para que los niños y las niñas puedan estudiar de forma igualitaria.

Para eliminar las desigualdades entre hombres y mujeres en la educación y garantizar su libre acceso, de manera que todas las personas, sin importar su raza, sexo, etnia, ni mucho menos su situación de vulnerabilidad, puedan alcanzar los niveles de enseñanza y de formación profesional.

Pido la palabra por la igualdad entre hombres y mujeres, la promoción de una cultura de paz y no violencia.

Por la ciudadanía mundial, la valoración de la diversidad cultural y de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible, para que se puedan desarrollar a través de la educación y se puedan adoptar estilos de vida sostenibles, con el fin de que se cumplan los derechos humanos.

Pido la palabra para que no sólo se trate de terminar con el hambre y cubrir las necesidades básicas, sino para ir más allá; afrontando problemáticas ambientales, sociales, empresariales y económicas de los países y las comunidades que forman parte del mundo y que actualmente están en situación vulnerable.

Pido la palabra para que cada Estado garantice una educación inclusiva y de calidad; que favorezca la igualdad de oportunidades durante la etapa de aprendizaje de las personas con el fin de conseguir una escolarización total, principalmente en la etapa de educación primaria.

También, para que se cualifique de manera correcta al profesorado, se crean ambientes adecuados que custodien que todas las niñas y todos los niños, puedan terminar sus estudios primarios y secundarios; debiendo ser estas gratuitas, equitativas y de calidad, produciendo resultados escolares oportunos y perdurables en el tiempo.

Pido la palabra para que se luche por garantizar que todas las niñas y todos los niños, puedan tener un acercamiento a los servicios de atención y de desarrollo en la primera infancia; por una enseñanza preescolar de índole, con el objetivo de que estén preparados para la siguiente etapa educativa.

Para asegurar el acceso en condiciones de igualdad para todos los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad; teniendo como objetivo final la enseñanza universitaria.

Pido la palabra para que se aumente sustancialmente, el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias con el fin de que tengan acceso al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento.

Para que se asegure que todos los jóvenes y una gran parte de los adultos, tanto hombres como mujeres, tengan competencias de lectura, escritura y aritmética.

Pido la palabra para que se construyan y se adecuen instalaciones escolares que respondan a las necesidades de los niños, sin importar su condición física o psíquica, pero que estimulen la igualdad de género.

Para que se ofrezcan entornos de aprendizajes seguros, no violentos, inclusivos y eficaces para todos.

Pido la palabra para que incremente el número de becas con fines educativos en todos los países del mundo, en específico los países en desarrollo, con el fin de que existan más maestros cualificados, fomentando  la cooperación internacional para la formación de docentes en dichos países.

Pido la palabra para que todos los ciudadanos conozcan mejor la realidad de la educación en el mundo y en nuestro entorno.

Para que la educación no se limite sólo al ámbito escolar, sino para que se fomente en la toma de decisiones políticas y en los medios de comunicación; y que en los mimos, puedan participar todas las familias.

Pido la palabra para que la educación, nuestra educación, sea un desarrollo constante que está presente durante toda nuestra vida; que florezca con nuestras necesidades, ideas y experiencias; y que, por lo tanto, deberían fomentarse en todo momento, dotándolas de recursos y oportunidades de manera equitativa.

Pido la palabra para que todas y todos, como ciudadanos partícipes de forma activa en la sociedad, nos comprometamos a no fomentar las situaciones injustas y de carácter discriminativo hacia otras personas.

Para que todas y todos podamos aceptar que es cuestión de cada uno el cambiar o transformar la realidad que presentan las situaciones injustas de los países más desfavorecidos.

Para que seamos testigos del desarrollo transformador de la educación, debido al compromiso, de todos y todas, con la construcción de un mundo mejor.

Pido la palabra por ti, por mí, por los que nos rodean; por los que viven el presente y vendrán en el futuro.

Para que sean conscientes de que todo es posible, de que se puede y debe actuar para la mejora de las condiciones de vida propia y de las demás personas.

Pido la palabra para que participemos y nos movilicemos por el derecho a la educación; ya que, es un derecho para todos.

¡Pido la palabra por la educación!

Autora: Fidely Polanco. Estudiante 4º Grado Educación Social UCV.

Leave a Comment