Os presentamos el caso de Tigger, un Yorkshire terrier de 7 años remitido al Hospital Veterinario de la UCV para ser tratado de una lesión cervical que, además de producirle dolor, le impedía caminar con normalidad.
La sintomatología comenzó hace aproximadamente 8 meses con episodios aislados de dolor, que fueron siendo más intensos y frecuentes progresivamente. Durante los últimos meses Tigger también presentaba dificultad para caminar y mantener el equilibrio, por lo que para desplazarse o incorporarse requería de la ayuda de sus dueños.
Tras el examen completo del paciente y las pruebas complementarias pertinentes (analíticas, electrocardiograma, radiografías de tórax y TC de cuello), se evidenció la presencia de una masa en el canal medular de las primeras vértebras cervicales que comprimía la médula espinal, explicando la sintomatología que Tigger presentaba.
En estos casos el tratamiento de elección, siempre que sea posible, es el quirúrgico, de modo que Tigger se sometió a una intervención quirúrgica en el hospital veterinario de referencia. La finalidad de la intervención es descomprimir la médula espinal, reseccionar la mayor parte posible del tumor y recoger tejido para su posterior análisis histopatológico; asumiendo que la recidiva requerirá futuras intervenciones. En definitiva, se busca mejorar la calidad de vida del paciente y obtener un diagnóstico definitivo para poder establecer un pronóstico. El diagnóstico de Tigger fue meningioma meningotelial.
El meningioma es una neoplasia benigna del sistema nervioso central (SNC), que en la mayoría de los casos aparece intracranealmente, pero que, como en el caso que nos ocupa, también se puede localizar en el canal vertebral. Son neoplasias de evolución lenta (en este caso la sintomatología progresó durante 8 meses), y debido a que su crecimiento está limitado por el canal vertebral, causan compresión y atrofia de la médula espinal, originando, como ocurrió con nuestro paciente, sintomatología de dolor y déficits neurológicos.
Tras la intervención quirúrgica, Tigger permaneció 3 días hospitalizado. Su evolución fue favorable, de modo que pasadas las primeras 48h era capaz de controlar y mantener la postura corporal y tras 72h conseguía dar algunos pasos.
Tigger acudió a su primera revisión en el hospital una semana después de su alta hospitalaria. En este momento la mejoría era evidente, el paciente, aunque aún evidenciaba algún déficit postural, caminaba sin ayuda de los propietarios, y éstos nos explicaban que en casa estaba muy animado Video1. La segunda revisión de Tigger se produjo tras 2 semanas. Su evolución continúa siendo muy satisfactoria, camina sin ayuda, está muy animado y, aunque debe continuar con precaución por haber sido sometido recientemente a una cirugía, puede hacer una vida normal Video2. En la actualidad, gracias al compromiso de sus propietarios y a los recursos humanos y técnicos del Hospital Veterinairo de la UCV, Tigger continúa con su evolución y tanto su familia como todo el equipo del HV de la UCV nos encontramos muy satisfechos por su evidente mejoría, que le permite hacer una vida completamente normal.