Verano de una familia en Tokio

Año: 2017 (estrenada en España, 6 de Abril de 2018)
País: Japón
Género: Comedia. Drama
Dirección: Yoji Yamada
Guión: Yôji Yamada, Emiko Hiramatsumo
Intérpretes: Isao Hashizome, Yu Aoi, Satoskhi Tsumabiki, Kazuko Yoshiyuki, Yui Natsukawa, Masahiko Noshimura; Takasthi Sasano, Koen Kondo, Nenji Kobayashi.
Música: Joe Hisaishi.
Fotografía: Masashi Chikamori

Nos encontramos ante una notable película, original, desconcertante, planteada con un gran sentido del humor, y muy bien acogida por el público. Se trata de la tercera entrega del veterano director japonés Yôji Yamada sobre las aventuras de la familia Hirata, clan japonés que afronta el desencanto del fracaso matrimonial de los progenitores.

Al comienzo del metraje asistimos una inteligente presentación de los protagonistas, con un excelente reparto. Entrañables personajes, dentro del genio distintivo de cada uno, en el que cada actor merece un gran aplauso. Lo que se inicia como una narración costumbrista, con una cierta lentitud propia del cine oriental, pasa a ser una divertida comedia de humor familiar para, inesperadamente, dar un nuevo giro de tono tragicómico -quizás algo irrespetuoso, no molesto y nunca irreverente-, momento en que la película gana en interés y calidad.

El protagonista principal es Shuzo Hirata, octogenario al que le encanta salir de casa conduciendo su viejo automóvil: casi a diario, va acumulando abolladuras y desperfectos. Su hijo mayor Konosuke, no demasiado amable, y su nuera, la famila Fumie, preocupados por su seguridad, deciden pedirle que renuncie a su carné de conducir. Ninguno se atreve a plantearle la cuestión por lo que todos los hermanos se verán atrapados en una serie de discusiones que realizan a espaldas del patriarca. ¿Cómo van a convencer a un anciano testarudo para que acepte la propuesta? Todos acaban intentando que sean los otros los que solucionen el problema. La tozudez del abuelo es implacable: se niega obstinadamente a dejar de conducir.

A lo largo de la proyección, observamos que “Verano de una familia en Tokio” es como un reflejo de las polémicas familiares de cualquier familia. La convivencia no es siempre fácil pero, en este caso, es entrañable el esfuerzo que todos realizan para superar los desencuentros, llenando el ambiente de pequeños detalles de atención y de cariño. La heroína del entorno familiar será la nuera Noriko, modelo de dulzura y sensatez, siempre con la palabra oportuna que mantiene unida a la familia. Los valores más amables se desprenden de su figura.

El reencuentro del señor Hirata con un viejo compañero de clase al que, después de muchas copas, invita a pasar la noche en su casa sin imaginar lo que va a suceder, desencadenará otra crisis familiar que, de nuevo, reúne el esfuerzo de todos sus miembros para hacer frente a lo que, sorprendentemente, está sucediendo. El sentido del humor con el que se abre el film se entrelaza ahora con una subtrama más seria y humana -en la que se plantea la suerte que pueden correr algunos ancianos-, y que conducirá a una catarsis colectiva de la familia, reunida de nuevo acompañando al anciano Shuzo en un momento trágico y desconcertante, no exento de ironía y con alguna pincelada de humor negro que no llega a molestar.El mensaje de fondo es sin duda la importancia de la familia -“lugar al que se vuelve”, escribía un viejo profesor-, lugar en el que todos tenemos derecho a equivocarnos, y el deber de restañar cualquier fisura. Llena de emotividad y gracia, lanzando dardos envenenados, pero apelando también a la comprensión y al amor, la película pone de manifiesto que, a la hora de la verdad, los seres queridos siempre serán las personas que estarán ahí para apoyarte en todo, y más en los momentos más difíciles.

http://decine21.com/peliculas/verano-maravillosa-familia-de-tokio-2-36987

Coín Tomás y Garrido

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