¡DERECHO UCV EN LA ONU (I)! Estudiantes en la Gran Manzana.
Hace unos días algunos de nuestros compañeros llegaron de Nueva York cargados de sonrisas y de increíbles experiencias. El por qué hoy nos lo cuenta Harold Sebastián Pareja, estudiante de Derecho + ADE que ha vivido esta magnífica aventura:
«Sentado en el avión que nos devuelve a casa desde NEW YORK, me piden que redacte en unas pocas palabras lo vivido en el NMUN 2014.
Se hace complicado resumir ahora mismo un lugar tan grande en mi corazón en unos pocos párrafos.
Un par de semanas antes de Navidad, me comentaron la posibilidad de viajar junto con todos los compañeros de clase a Nueva York, a la mismísima sede de las Naciones Unidas. Tras unos instantes de sobrecogimiento, sólo cabía una respuesta: “¡Por supuesto!” y eso que todavía teníamos un mes para decidir. Mi regalo de Navidad y yo todavía sin saberlo…
Como cada año, la Organización de las Naciones Unidas organiza el Modelo Nacional: Un simulacro de Asamblea General y Consejo de Seguridad en el que se abordan temas de Derecho Internacional y en el que cada delegación representa los intereses de uno de los Estados miembros. El epicentro del mundo universitario del Derecho, reunido en la misma ciudad y en el que las más destacadas instituciones tienen su asistencia asegurada.
El reto era participar con gente de cualquier procedencia imaginable y medirnos al nivel de las universidades cumbre, y quién dijo que no podríamos estar a la altura.
Tras un algo más que caótico proceso de preparación, el cual incluía la dedicación en exclusiva de un Doctor en Derecho procedente de Italia ciertos días al mes, nos sentimos listos para el desafío.
Éramos un grupo heterogéneo de estudiantes de Derecho: La hija de un Juez, un Sacerdote, un colombiano, una recién graduada que vive en Cambridge, una joven que sueña con ser diplomática, un geek, una deportista políglota… Todos con ganas de dar lo mejor de cada uno.
Nos esperaba la más espectacular de las ciudades, llena de luz, dispuesta a deleitarnos y componer el relato personal de cada uno. Aderezado todo con una dosis importante de trabajo que aún se desvelaba como una incógnita ante nosotros.
El trabajo y el tiempo de ocio se entrelazaban cada día, difuminándose por momentos. Un concepto se mantenía como una constante: Equipo.
Aceptar que el de tu lado puede hacerlo mejor que tú, y no tener miedo en dar lo mejor de ti para ayudarle. El mayor de nuestros logros en la ciudad que nunca duerme fue precisamente llegar a conformar un gran equipo de personas.
¿Alguno se preguntará el porqué de tanto esfuerzo? ¿Qué retribución tendrá en la asignatura? Ninguna, pero eso importa poco. La recompensa es el viaje mismo, el trabajo bien hecho.
La República de India tendrá siempre un significado muy diferente y especial para todos nosotros.
Madrugar, caminar hasta que te duelan los pies, dormir poco, los caucus, el ajetreo neoyorquino, la Draft Resolution, contestar a un tío de Yale que parece haberse tragado el Diez de Velasco, la roll call… Son cosas que ya echo de menos.
Llegando a Roma, el cansancio hace que Nueva York se atisbe lejano. Supongo que como una vez me dijo un profesor «cada cosa tiene su tempo». Ahora solo queda asentar todo lo aprendido.
Lo bueno siempre se acaba… para volver a comenzar.
Sean todos bienvenidos al modelo de las Naciones Unidas 2015.»
Gracias Harold, por emocionarnos a todos con esta experiencia y animarnos con tus palabras a no desperdiciar esta increíble oportunidad.
¡Y por hacer una magnífica representación de nuestra universidad!