EL RETO ACONCAGUA – UNA EXPERIENCIA EXTREMA

El pasado 26 de noviembre, Daniel Ponce, estudiante de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la Universidad Católica de Valencia y que junto a su tío Manuel, se aventuraron en una experiencia extrema, en la cual hemos podido hablar con él y que nos contara como fue esa hazaña tan atrevida y apasionante que pudo vivir. A continuación os dejamos su experiencia contada de primera mano.

Para toda gente que hará dicho, «que morrudos por Argentina, que bien se lo estarán pasando». La verdad que sí, ha sido todo espectacular, todo lujos. Un disfrute continuo, no sólo por la cantidad de nieve que tenía la montaña, sino también por la cantidad de viento que hacía y que nos rompió la tienda a 5600m con más de 100 km/h, por comer liofilizados de couscous durante 13 días, por no tener ducha durante 18, por dormir en los campamentos de altura a menos de -25 grados y levantarse a 6000m bajo la nieve estando dentro de la tienda, por bajar de la cumbre con congelaciones en las manos y pies, y que gracias al frío a rejuvenecidos facciones faciales. Por hacer una aclimatación perfecta y que la montaña tras tres intentos a cumbre, no nos deje subir. Un disfrute continuo, vamos… unas vacaciones en toda regla.

Ahora ya fuera bromas, ha sido la experiencia más extrema que he podido vivir, ha sido alucinante. Estábamos inmersos entre montañas de 5000m, Aconcagua este año era diferente, el efecto del Niño la había cambiado por completo. Era una montaña invernal. Vientos muy fuertes y mucho frío y nieve. Hicimos lo que tuvimos que hacer, éramos los mejores preparados en el campamento después de nuestra aclimatación en los campamentos de altura, pero la montaña fue implacable. No dejo subir a nadie. Nos merecíamos subir a la cumbre, pero nos quedamos a 6500m de altura, para mí eso ya es llegar a la cumbre.

Un esfuerzo enorme reconocido por toda la gente que había allí. Siempre apoyado por mi tío Manuel Ponce, que me ha dado una clase magistral de cómo afrontar las dificultades, de cómo a pesar de tener un 65% de discapacidad en las piernas, siempre tiraba primero delante y abría huella en la nieve. Lo tuyo no es una discapacidad, lo tuyo es una supercapacidad. Te admiro. Muchas gracias por todo. Esto ha hecho más fuerte nuestro vínculo.

Durante las muchas horas de aclimatación y de pateos, he podido pensar mucho y reflexionar sobre muchas cosas. Sobre todo las cosas que no hago bien y que tengo que cambiar. Toda mi familia y amigos han estado en mi cabeza, me han hecho superar momentos difíciles ahí arriba y hacerme más amenos los momentos de espera dentro de la tienda de campaña cuando pensaba en los buenos momentos que pasábamos juntos.
Ahora tengo nuevas ideas, cosas para hacer y mejorarlas. Ahora empieza una nueva temporada de natación, con «proyectazos» que os iré contando poco a poco.

Muchas gracias a todas las personas que nos han apoyado en ese proyecto.

Y en especial a la Universidad Católica de Valencia.
Y también a todas las personas que han comprado una camiseta y que se han interesado por esta expedición.

Estamos felices, hemos vivido una experiencia única, entre gente única y parajes espectaculares que no se pueden captar con fotos… Y que siempre llevaremos en nuestra mente y corazón.

¡¡Siempre POWER amig@s!!

#UCV_retoaconcagua

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