Afrontar el suspenso
Muchas son las conceptualizaciones que se han hecho de rendimiento académico, entre ellas destacamos el nivel de conocimiento alcanzado en un área de conocimiento respecto al standard o el esfuerzo del estudiante para responder a los criterios de evaluación.
El rendimiento académico ha sido relacionado con muchos factores como las habilidades cognitivas, personalidad, autoestima, motivación, intereses, hábitos de estudio e incluso la relación profesor–estudiante.
En esta entrada expondremos algunas de las conclusiones a las que se han llegado a través de los estudios en los que se ha relacionado la autoestima con el rendimiento académico.
Auto boicot y Autoestima
En términos de motivación podemos orientarnos al éxito o a evitar el fracaso. Lo alumnos orientados claramente al éxito suelen tener un rendimiento alto y tienen mejores capacidades para afrontar dificultades. En la otra cara de la moneda está el caso de los alumnos orientados a evitar el fracaso; los cuales desarrollan una suerte de mecanismos de defensa en aras de proteger su autoestima.
El self-handicapping, es uno de estos mecanismos y se activa con la creación deliberada de barreras que puede ser conductuales o alegadas. El self-handicapping conductual se realiza en acciones como procrastinar, reducir el esfuerzo, la multitarea, etc. Por otro lado el self-handicapping alegado consiste simplemente en verbalizar los obstáculos como mala salud, estrés, cansancio, consiguiendo así manipular lo que los demás piensan de ellos, “no pude estudiar porque me sentía enfermo, no duermo bien, no tengo tiempo”.
En el ámbito universitario se ha descrito que existe relación entre el uso de este mecanismo y entornos enseñanza-aprendizaje, competitivos o donde prima la incertidumbre evaluativa, promoviendo la necesidad de protección de la autoestima, haciéndonos artífices de nuestros logros, aunque sabemos que no hemos trabajado adecuadamente para conseguirlos y externalizando la responsabilidad de nuestros fracasos o suspensos.
¿Cómo proteger mi autoestima si he suspendido?
El suspenso siempre acarrea una connotación negativa y, normalmente, aunque echemos balones fuera nos sentimos muy mal, experimentar el fracaso de forma inadecuada perjudica nuestro desempeño no solo académico si no sobre todo vital.
A continuación te dejamos una serie de recomendaciones para superar este proceso.
- Debes aprender a separar tu rendimiento académico de tu valor como persona. ¡TÚ ERES MÁS que el resultado de esta evaluación!.
- Evitar la competitividad externamente orientada, no te favorece, piensa en la competitividad en términos deportivos, mejorar tu desempeño, hacerlo cada vez mejor, concentrado en tu crecimiento personal y no en el de los demás.
- Aprende a ver el fracaso, en este caso el suspenso, de forma constructiva. Aprender que hemos hecho mal, en que aspectos tenemos dificultades, quizá necesitamos incrementar el nivel de esfuerzo, tal vez fue un error de planificación el uso de unas estrategias de estudio inadecuadas, incluso algo tan común como falta de hábito de estudio, etc. Aprender a ver el fracaso de forma constructiva es fundamental para afrontar todos los aspectos de tu vida, aprovecha esta oportunidad para aprender a hacerlo.
- Finalmente, cuando hayas identificado esas áreas de mejora, te darás cuenta de que son modificables y podrás ponerte manos a la obra.
El miedo al éxito lo podemos experimentar todos en algún momento de nuestra vida, todo cambio aunque sea para bien genera miedo, no te preocupes, es normal.
Salir de nuestra zona de confort supone tomar decisiones y emprender acciones o rutinas nuevas a las que no nos hemos enfrentado. La opción de no hacerlo es muy problemática, porque nos lleva a infravalorarnos y sobre todo a no conocer nuestros puntos fuertes, nuestras capacidades, ni mejorar nuestras debilidades. Te acompañaremos en este proceso de cambio, consulta con tu orientador para comenzar a trabajar!