Experiencia OUT – Mishell Flores

Experiencia de Mishell Flores, alumna del Grado de Enfermería que estuvo realizando su movilidad Erasmus+ en CESPU.  A continuación, su experiencia:

“Me di cuenta de lo feliz que fui, de lo que viví, de todo lo que me llevo para siempre”.

“No sé ni cómo llegó, fue tan repentino que mi decisión me llevó a vivir 3 meses en Oporto. Empezó en noviembre cuando dos compañeras se dieron de baja y esa fue mi oportunidad para coger un avión hacia Portugal, a la experiencia más transformadora que un estudiante podría vivir. Pensado y hecho, me puse a buscar pisos, residencias, vuelos y a finales de Enero ya estaba en Oporto!

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Primero hablemos de mi experiencia en el Hospital Pedro Hispano: los primeros días tuve algo de “miedo” por el idioma, pero el portugués no es nada difícil y si eres de Valencia ayuda porque se parece bastante al valenciano, pero irte tres meses a un hospital en el servicio de urgencias y emergencias con la lluvia de pacientes que entran por la puerta tiene gran responsabilidad, pero supe defenderme bastante bien.
La verdad que tuve muchísima suerte, iba con un compañero de otra clase que ya conocía y nos tocaron dos enfermeros (Sandra y Tiago) que eran pareja y siempre estaban muy pendientes de nosotros, nos hacían bromas como si fuésemos un colega más; nos enseñaron y dejaron hacer de TODO, desde lo básico de las técnicas, cuidados enfermeros, preparación de medicación, hasta llamarlos por sus nombres para atenderlos como si fuesen nuestros propios pacientes, todo esto en portugués porque ellos sabían muy poquito español pero bueno nosotros habíamos ido también a aprender su idioma.
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Mi primera impresión del hospital fue un poco dura los primeros días, ver que habían muchos pacientes encamados en los pasillos, pacientes con prevención de contacto, gotas, todos en una misma habitación con cortinas de separación, fue un poco impresionante comparado con lo que yo había visto en Valencia. Yo hacia el turno de mi enfermera, normalmente hacia turno de mañana-tarde o de noche, rotando por todas las salas (hay sala de triaje, dos salas de tratamientos, observación y la sala de emergencias). Son las prácticas más reales que he podido hacer ya que no había hecho hasta ahora ni turno de noche ni 12h y media seguidas. Al estar prácticamente todo el día o toda la noche tenias que comer allí, eso fue algo a lo que tenía que acostumbrarme ya que allí los horarios de comida son muy tempranos. Tengo que decir que los enfermeros portugueses tienen un nivel de exigencia con sus estudiantes bastante alto y a la vez positivo para nosotros ya que aprendemos de ellos. El trato con los pacientes fue siempre tan excelente, trabajan con tantísima motivación y trabajo en equipo. Sin duda gracias a Sandra sé porque elegí enfermería.
Ahora os cuento lo que fue mi hogar durante los 3 meses: yo me decidí por una residencia de estudiantes. Allí fue donde conforme pasaban los días iba conociendo a más y más gente nueva, gente que me iba a acompañar durante todo el Erasmus y quien sabe toda la vida. Cada uno somos de una parte de España, Chile y Argentina, cada uno tan diferentes y con una historia y la misma motivación por vivir 3 meses solos, fuera de casa, con gente nueva y con mil viajes y fiestas por planear. En esta residencia es donde puse mi primera lavadora, donde aprendí a cocinar, donde pensé que nunca podría acostumbrarme a esas cuatro paredes, pero definitivamente pasó; donde hacíamos nuestras propias fiestas con la música por todo lo alto hasta que el seguridad nos echaba la bronca. Ahí es cuando supe que fue una gran decisión salir de la rutina.
Los viajes se convertían en el pan de cada día. Entonces empiezas a “intentar” organizarlos, buscas que sitios ver, en que rincones te vas a hacer mil fotos hasta que salgas bien,… Tres fueron los que marcaron mi Erasmus: Lisboa, Algarve y Azores, cada uno de ellos inolvidable, diferente. En ese momento es en el que te das cuenta de que parece que los conoces de toda la vida, de que tienes un grupo de amigos.
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El tiempo allí es variado puede hacer sol por la mañana y un diluvio por la tarde, siempre hay que salir con el paraguas a mano. La comida, un tema importante, allí hay sitios de todo tipo de precios, pero en general bastante
económicos, el día que no comíamos una Munchie (un lugar de hamburguesas), comíamos bacalao con nata o bebíamos Super Bock. No te puedes ir de Porto sin comer un pastel de Nata o una francesinha.
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 Todo es tan increíble que cada fiesta supera la anterior, allí hay sitios “fijos” a los que van los Erasmus: MoreClub, Adega Sports Bar, Adega Leonor, el 77, Eskada,… los cuales se convierten en tu nueva rutina. Sitios baratos y para diferentes gustos musicales. Todos los Erasmus tenemos una tarjeta que se llama ESN en la que un grupo de jóvenes organizan viajes, fiestas, cenas, todos los fines de semana y entre semana. En Porto hay fiestas todos los días, y es donde sigues conociendo más y más gente nueva!
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En mayo tuve la oportunidad de estar en “Queima das Fitas”: es una fiesta tradicional de los estudiantes universitarios portugueses, originada en Coimbra. Son desfiles en los que cada uno lleva un sombrero de copa y un bastón del color de su facultad, el traje tradicional con capas. Y por la noche en un queimódromo hay conciertos toda una semana entera!
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El tiempo pasa y tres meses se hacen cortos, cuando me quedaban pocas semanas para volver, empezaba ya a pensar en que todo se convertiría en despedidas. Me di cuenta de lo feliz que fui, de lo que viví, de todo lo que me llevo para siempre. Cuando se acaba, te das cuenta que ahí estabas muy bien y que solo hacia más que empezar.”
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¡Muchas gracias Mishell por tu experiencia, nuestros mejores deseos para tu futuro!
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