Los exámenes están a la vuelta de la esquina y desde el Servicio de Orientación queremos ayudaros a que obtengáis los mejores resultados posibles. Un repaso de la materias os ayudará a asentar el conocimiento y obtener mejores notas y, por eso, la entrada de hoy va sobre los repasos.

Cuando nos enfrentamos a la época de exámenes muchos de nosotros hemos podido cometer un pequeño error de base: prepararnos a conciencia el examen más cercano y dejar de lado los últimos. Esto que ocurre de forma habitual debemos intentar cambiarlo. Sin embargo, muchos de vosotros os podréis preguntar “¿para qué voy a estudiar ya un examen que tengo dentro de un mes y medio?”. Esta pregunta tiene una respuesta sencilla y es que, cuanto antes empecemos a preparar los exámenes, mejores resultados tendremos al final. Es obvio pensar que si a día de hoy me pongo a estudiar el TEMA X de la ASIGNATURA Y se me vaya a olvidar la información y, de esta manera, pensemos que es mejor estudiar cuanto más próximo este el examen. Olvidar la información que hemos estado estudiando es normal si no hacemos un repaso con frecuencia del material estudiado. Esto se conoce como la curva del olvido.

Curva del olvido sin hacer repasos.

Si hoy nos ponemos a estudiar un tema y no lo retomamos en el tiempo hasta 3-4 días antes del examen nuestra sensación de olvido nos pondrá nerviosos/as y pensaremos que hemos perdido el tiempo. Esto será así si no repasamos. Con la siguiente imagen os vamos a explicar cómo funciona esto:

Planificación de repasos

Al estudiar un tema y dejarlo aparcado la información aprendida se olvida con el tiempo. Vemos como prácticamente a la semana podemos olvidar el 100% de la materia estudiada. Esto no ocurre si a los 2 días volvemos a coger esa materia y le damos una leída. Fíjate como el porcentaje de olvido al mes es menor. Sin embargo, seguimos olvidando bastante y sólo nos acordaríamos del 30%. Pero mira atentamente cuando llegamos a hacer un tercer repaso: mi porcentaje de recuerdo a los 15 días de este último repaso es del 80%. Esto quiere decir que cuantos más repasos hagamos de la materia que estamos estudiando mucho más conocimientos vamos a recordar para el examen. Un repaso no es volver a estudiar la materi, pero tampoco es leer de nuevo el tema ya que nuestro cerebro puede engañarnos y pensar que lo sabemos. Lo que hay que hacer es repasar con esquemas, tablas, etc. para refrescar la información.

Si practicamos estos repasos llegaremos al examen seguros de haber visto toda la materia varias veces y estaremos confiados de nuestro estudio. Los repasos nos dan tranquilidad y vemos progresos en nuestro estudio. Recuerda también que cuantos menos temas tengas que ver de cero durante el periodo de exámenes menos agobiado/a irás.

Acuérdate que el servicio de orientación puede ayudarte a planificar tu estudio y repasos. Pide cita con tu orientador y entre los dos conseguiréis una planificación de diez.